Cada vez que ingerimos algún alimento, estamos incorporando una serie de nutrientes que tendrán distintos efectos sobre nuestro organismo. Más allá de que conocer en detalle el impacto de cada uno puede llevarnos años, cuanta mayor información tengamos sobre ellos, mejor control podremos tener sobre la calidad de nuestra alimentación. Por eso, empezaremos por decir que todos los nutrientes que contienen los alimentos se dividen en dos grandes familias: los macronutrientes y los micronutrientes.
Los macronutrientes
Tienen una importancia vital, ya que suministran la mayor parte de la energía metabólica, que hace que las células crezcan, se reproduzcan, mantengan su estructura, etc. Son macronutrientes:
Hidratos de carbono o glúcidos: Su principal función es brindarle energía al organismo. En general, deben aportar entre el 55-60% de las calorías de la dieta. Encontramos hidratos de carbono en la harina de trigo, el almidón o fécula, el azúcar y la fibra, entre otros.
Proteínas: Colaboran en la formación de tejidos y tienen funciones metabólicas y reguladoras. Cuando hay un exceso de ellas, sirven como generadoras de energía. Están constituidas por distintos aminoácidos, de los cuales nueve son esenciales para no entrar en un cuadro de desnutrición. Encontramos proteínas de origen vegetal en los frutos secos, la soja, las legumbres, los champiñones y los cereales; y de origen animal en la carne, el pescado, los huevos y los productos lácteos.
Lípidos o grasas: Se utilizan para aportar energía. Absorben vitaminas, sintetizan hormonas, funcionan como aislantes, forman parte de las membranas celulares y de las que envuelven a los nervios. Lo más aconsejable es que aporten en su conjunto entre un 20-30% de las necesidades energéticas diarias. Existen dos tipos: las grasas saturadas, que se encuentran en lácteos y son de origen animal; y las insaturadas que se encuentran en aceites vegetales y en grasas animales.
Los micronutrientes
Son aquellos que se necesitan en pequeñas cantidades y no siempre diariamente, pero no por eso dejan de ser indispensables. Participan en procesos bioquímicos y metabólicos vitales para el organismo, como el crecimiento y desarrollo del cuerpo o el mantenimiento de las defensas ante alguna enfermedad. Son micronutrientes:
Minerales: Se trata de componentes inorgánicos (es decir que están en la naturaleza, pero no forman parte de los seres vivos) que participan en la formación de tejidos, sintetizan hormonas y están presentes en las reacciones químicas del organismo. Se dividen en tres grupos: los macroelementos, que son el azufre, el calcio, el cloro, el fósforo, el magnesio, el potasio y el sodio; los microelementos, que son el cobalto, el cobre, el fluor, el hierro, el manganeso, el yodo y el zinc; y los oligoelementos, que son el silicio, el níquel, el cromo, el litio, el molibdeno y el selenio.
Vitaminas: Son compuestos orgánicos muy potentes, que se encuentran en los alimentos, en concentraciones pequeñísimas. Sus funciones son vitales para las células y los tejidos. Funcionan como reguladoras en los procesos metabólicos del organismo, pero no aportan energía. Hay por lo menos diez tipos de vitaminas, la A, la B1, B12, B2, B3, B6, la C, la D, la E y la K.
Como se ve, cada bocado ingerido tiene muchas y variadas implicancias, y aunque no se trata de obsesionarnos con conocerlas todas, siempre es bueno contar con información precisa, que nos permita mantener un equilibrio e incorporar las cantidades de micro y macronutrientes que nuestro organismo necesita. Después de todo, tenemos un solo cuerpo, y debe durarnos toda la vida.
Tarta verde
INGREDIENTES
· 1 huevo
· 1 cdta. de sal
· 4 cdas. de aceite
· 4 cdas. de agua
· 250 gr. de harina leudante
Relleno:
· 1 atado de hojas de espinaca cortado en juliana
· 2 cebollas de verdeo picadas
· 50 gr. de queso rallado
· 100 gr. de queso cuartirolo cortado en dados
· 2 huevos
· 2 cdas. de fécula (30 gr.)
· 50 c.c. de leche Nuez moscada Sal y pimienta
Preparación
· Mezclar el huevo con la sal, el aceite y el agua.
· Agregar la harina. Formar una masa y dejarla descansar.
· Mezclar la espinaca con la cebolla, el queso rallado, el queso cuartirolo y los huevos. Añadir la fécula disuelta en la leche y condimentar
· Estirar la masa y forrar la sartén lubricada. Pinchar con un tenedor.
· Rellenar con la preparación de espinacas.
· Tapar y cocinar a fuego corona hasta finalizar la cocción.
· Para desmoldar, invierta la tarta sobre un plato y luego vuelva a dar vuelta sobre otro plato.
Variante: Reemplazar la espinaca por acelga o zapallitos cortados en juliana.
Esto texto Nutrientes: los micro y los macro... viene del sitio
http://pmarchesseau.com.ar y del blog chefentoque.kazeo.com.
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