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| ¿Tomamos unos mates? |
Pocas costumbres están tan arraigadas en nuestras tierras como el mate. Popularísimo desde el Río de la Plata hasta el Paraguay, pasando por la Patagonia y de ahí al sur de Brasil, el mate une familia, amigos, países y culturas.
Excomulgados por tomar mate
La yerba mate ya era conocida por los indios guaraníes. En tiempos de la conquista, cuando los jesuitas advirtieron la cantidad de veces al día que los indios bebían esta infusión, prohibieron su consumo bajo pena de excomunión: ¡aquello no podía ser sino un vicio!
Pero la prohibición no duró mucho; los jesuitas aprendieron a conocer la yerba mate y fueron ellos mismos quienes mejoraron su técnica de cultivo en la zona de Misiones, donde se afincaron.
Toda una tradición
Costumbre típicamente hogareña, el mate ya aparece en los relatos y en las imágenes de la colonia; las familias ricas lo bebían en mates de plata. Y en el campo, aunque en envases de materiales más austeros, nunca faltaban unos “amargos” para empezar el día.
A la hora de elegir un recipiente para cebarlo, lo clásico es el mate de calabaza, aunque también se utilizan mates de madera - palo santo, quebracho -; de asta, de loza, de porcelana y por supuesto, el querible “jarrito” enlozado.
Además de estas opciones, todas típicas y tradicionales, los tiempos modernos impusieron mates de otros materiales: vidrio, plástico y hasta silicona o aluminio anodizado, de colores brillantes.
Hábitos de buen cebadorUnos mates bien cebados tienen sus secretos:
La yerba mate ya era conocida por los indios guaraníes. En tiempos de la conquista, cuando los jesuitas advirtieron la cantidad de veces al día que los indios bebían esta infusión, prohibieron su consumo bajo pena de excomunión: ¡aquello no podía ser sino un vicio!
Pero la prohibición no duró mucho; los jesuitas aprendieron a conocer la yerba mate y fueron ellos mismos quienes mejoraron su técnica de cultivo en la zona de Misiones, donde se afincaron.
Toda una tradición
Costumbre típicamente hogareña, el mate ya aparece en los relatos y en las imágenes de la colonia; las familias ricas lo bebían en mates de plata. Y en el campo, aunque en envases de materiales más austeros, nunca faltaban unos “amargos” para empezar el día.
A la hora de elegir un recipiente para cebarlo, lo clásico es el mate de calabaza, aunque también se utilizan mates de madera - palo santo, quebracho -; de asta, de loza, de porcelana y por supuesto, el querible “jarrito” enlozado.
Además de estas opciones, todas típicas y tradicionales, los tiempos modernos impusieron mates de otros materiales: vidrio, plástico y hasta silicona o aluminio anodizado, de colores brillantes.
Hábitos de buen cebadorUnos mates bien cebados tienen sus secretos:
- El agua no debe hervir nunca; de lo contrario “quema” (arruina) la yerba.
- El mate se puede tomar amargo o dulce; se puede endulzar con azúcar común, negra o rubia.
- Se puede saborizar con cascaritas de naranja o limón, con café o hierbas aromáticas.
- También se puede cebar frío: es el tereré, muy refrescante.
- Mate amargo: simboliza la fuerza, el valor y la vida.
- Mate dulce y espumoso: significa amistad, cariño.
- Mate muy dulce: es muestra de amor y de interés
- Mate lavado: indica desprecio.
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