jeudi 17 septembre 2009

Betacaroteno y radicales libres











Desde hace algún tiempo, los betacarotenos se han metido de lleno en el lenguaje cotidiano de médicos, nutricionistas, dermatólogos y gurúes de la vida saludable. Halagados y promovidos por sus muchos beneficios, los betacarotenos, sin embargo, siguen siendo algo desconocido para muchos, que aunque intuyen que son buenos, no saben exactamente qué son, dónde están y para qué sirven.

Aquí están, estos son.

Generalmente se conoce como β-caroteno (leáse beta-caroteno) a un pigmento vegetal de color amarillo o naranja que pertenece a la familia de los carotenoides y que, cuando es ingerido por el ser humano, el hígado lo transforma en vitamina A (de allí que sea conocido también como “provitamina A”).

Estos compuestos naturales están presentes en numerosas frutas y verduras de consumo habitual y, una vez en el organismo, actúan atrapando los radicales libres, que son compuestos tóxicos y cancerígenos elaborados por el propio cuerpo como defensa excesiva a agresiones externas producidas por el sol, el tabaco, una mala alimentación, el alcohol o la polución atmosférica.

Entre las funciones benéficas que realizan en nuestro cuerpo, los betacarotenos son activos protectores de los epitelios (piel y mucosas) y participan en su barrera defensivo-inmunológica, por lo que se les atribuye una función importantísima no solo en la lucha contra enfermedades e infecciones de la piel sino también en la prevención de cánceres de boca, estómago, colon, bronquios, pulmones, próstata y cuello uterino. Algunos estudios, incluso, afirman que pueden conseguir que los tumores ya existentes disminuyan su tamaño.

También, se trata de un elemento muy importante en el crecimiento de los niños, ya que el organismo lo utiliza para el desarrollo de los huesos y la dentadura.

La reina no es la batata

Si bien existen numerosos suplementos dietarios que aportan betacaroteno al organismo, existen cierta discusión acerca de sus efectos. En cambio, no existen dudas sobre el resultado benéfico de consumir betacarotenos en estado natural, que se encuentran, y en abundancia, en numerosas frutas y verduras.

De los alimentos que se consumen diariamente, la reina de los betacarotenos es la zanahoria, seguida por las espinacas, la lechuga, los tomates, la ciruela, la sandía, la batata, los espárragos, la calabaza y el melón. La naranja, la mandarina, la manzana, el limón y las uvas también contienen buenas cantidades de betacaroteno, por lo que, a la hora de luchar contra los radicales libres, no podremos decir que no tuvimos aliados.

¡Ah! Y un último consejo: al comprar frutas y vegetales ricos en betacarotenos, elegí los que más te “llamen el ojo”, ya que cuanto más color tienen, más antioxidantes contienen.









INGREDIENTES

Masa:

  • 100 gr. de ricota
  • 100 gr. de manteca fría
  • 200 gr. de harina común
  • Sal y pimienta
  • Spray vegetal o manteca para el complemento

Cobertura:

  • 1 huevo batido
  • queso rallado
  • semillas de amapola
  • semillas de sésamo
  • nueces picadas
  • almendras picadas
  • maníes

Preparación
  • Mezclar la ricota con la manteca fría cortada en cubitos. Deshacer con tenedor.
  • Agregar la harina y los condimentos. Unir con las manos hasta lograr una masa tierna.
  • Estirar con palote sobre mesada enharinada.
  • Cortar los saladitos. Colocar en el complemento lubricado.
  • Pintar con huevo batido. Utilizar queso rallado, semillas de sésamo, semillas de amapola, maníes, almendras y nueces para la cobertura.
  • Calentar la pieza tapada, a fuego fuerte.
  • Colocar el complemento, tapar y cocinar a fuego fuerte hasta que se dore la base de los saladitos (15’ aprox.). Apagar el fuego y dejar reposar en la pieza tapada 5’.
  • Desmoldar.
  • Cocinar la segunda tanda de saladitos repitiendo el procedimiento anterior.

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire