vendredi 18 septembre 2009

A carbón, a gas o a electricidad... siempre la cocina.





Hermana mayor de la heladera y abuela del

microondas, la cocina se ha convertido en algo

así como la “decana” del mundo culinario

moderno.

A gas o a electricidad, con diseño de avanzada o

sin él, y moderna o anticuada, la cocina es

hoy una aliada irremplazable cuando de preparar

sabrosas cenas o almuerzos se trata.

El fin del carbón

Este aparato multiuso tiene su origen allá por 1802,

cuando un inventor alemán preparó la primer

comida con gas.

Esta cocina tenía una forma artesanal, precaria,

debido a que solo había sido construida

con el fin de demostrar el posible uso del gas

para cocinar y sus beneficios higiénicos en

comparación con el carbón.

A partir de allí, los siguientes intentos

no fueron seguros y las cocinas solían

tener perdidas y hasta explosiones, por lo

que terminaron siendo peligrosas.

Recién a partir de 1830, aproximadamente,

se fabricaron en Europa cocinas más seguras

que dejaron de ahuyentar a la gente

para comenzar a ganar su confianza.

Pasaría un tiempo hasta que llegara la cocina

eléctrica, y con ella el desafío de insertar

en la sociedad y el mercado una nueva innovación.


El gas y la electricidad

Las primeras cocinas eléctricas aparecieron

en 1890, pero al ser extremadamente

rudimentariasla temperatura no podía

regularsey las comidas resultaban crudas,

o terminaban quemadas.

Además, tenían un costo muy alto y en

muchos lugares todavía no había

electricidad,motivos por los cuales

si las cocinas a gas habían tardado

en ser aceptadas,

éstas tardarían aún más.

Llegada la década de 1920 su uso

tomo más color…

pero aún así, al día de hoy,

el uso de las cocinas a gas supera por mucho

al de las eléctricas, aunque estas últimas

no han sido desplazadas del todo.

Como sea, la cocina es hoy un componente

fundamental de cualquier hogar moderno

y sus hornallas son protagonistas ineludibles

de los manjares que disfrutamos a diario

y en familia.


Panqueque de peras













INGREDIENTES

  • 4 cdas. de azúcar para acaramelar (70 gr.)
  • 1 pera cortada en rodajas muy finas (150 gr.)
  • 1 huevo
  • 1 cdta. de azúcar
  • 1 cdta. de esencia de vainilla
  • 30 grs. de harina leudante (2 cdas. al ras).
  • 60 c.c. de leche
  • 50 gr. de crema de leche (opcional para preparar salsa de caramelo).
Preparación
  • Cubrir con azúcar el fondo de la sartén.
  • Encima distribuir las peras, formando una flor.
  • Tapar y llevar a fuego medio hasta lograr un caramelo claro (10’ aprox.)
  • Una vez logrado el caramelo claro,
  • Retirar la sartén del fuego, destaparla y dejar entibiar.
  • Batir ligeramente el huevo con el azúcar y la esencia de vainilla.
  • Incorporar en forma alternada la harina tamizada y la leche.
  • Mezclar hasta lograr una preparación homogénea.
  • Verter la mezcla sobre las peras.
  • Tapar y cocinar a fuego corona hasta finalizar la cocción (5’ aprox.)
  • Desmoldar de inmediato.

Salsa (opcional):

  • Verter la crema en la sartén, en la que habrá quedado algo de caramelo,
  • tapar y llevar a fuego mínimo hasta que se disuelva el caramelo.
  • Servir con el panqueque.

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