dimanche 31 octobre 2010

El largo viaje del arroz con leche

El largo viaje del arroz con leche

Así de sencillo como lo vemos y tan rico como siempre, el arroz con leche no es sólo el postre de nuestra infancia, cuya receta heredamos de madres o abuelas. Es un plato con una larga historia, que antes de llegar a nuestra mesa viajó durante varios siglos y atravesó culturas y países.
En España, Asturias reclama al arroz con leche como su postre más típico. Y es verdad: no hay recetario de cocina asturiana que no lo incluya, casi con los mismos ingredientes con los que se hace en la actualidad: arroz, azúcar, leche, cáscara de limón y canela para perfumarlo.

Sin embargo, este manjar tan querido por los asturianos no nació en aquellas tierras, sino que llegó a España de la mano de los árabes, que introdujeron en la Europa antigua su cultura, su arte, su música y su sabrosa gastronomía. Claro que en ese entonces la preparación no se endulzaba con azúcar – cuya tecnología se conoció mucho después – sino con miel.

Y, por cierto, los árabes no lo han olvidado. Incluso hoy, en la cocina árabe y egipcia, el arroz con leche aparece entre los postres más populares, a veces con el agregado de agua de rosas, agua de azahar o  frutas secas, como el pistacho.

Legado de conquistadores

¿Y en qué momento el arroz con leche llegó a América?  Por supuesto, fueron los conquistadores los que lo trajeron. Con el paso de los años, su sabor se afincó en las mesas americanas; y la sencillez de su preparación, tanto como lo accesibles de sus ingredientes lo convirtieron en un favorito.

Desde la época de la colonia, el arroz con leche era una delicia muy popular, tanto como lo es hoy en día. Y como se trata de una preparación querida y arraigada por igual en todos nuestros países, ¡cada nación americana lo incluye entre sus recetas de cocina típica!

El toque americano

Más allá de haberse mantenido fiel a su formulación original, en América, el arroz con leche se enriqueció con el aroma y sabor de otros ingredientes, como la leche condensada, las pasas de uva, o el dulce de leche, delicias locales que lo mejoraron sin cambiar su esencia: después de siglos, el arroz con leche sigue ofreciendo el aroma y gustito de lo simple y casero, intensamente ligado a las tradiciones familiares y al calor del hogar.

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