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| Los Chicos en Casa |
Reciclando en la Cocina
La cocina no sólo es el espacio familiar donde se crean las delicias que irán a la mesa: también puede ser una fuente de envases y objetos reciclables, que los chicos transformarán en auténticas piezas de arte.
La cocina no sólo es el espacio familiar donde se crean las delicias que irán a la mesa: también puede ser una fuente de envases y objetos reciclables, que los chicos transformarán en auténticas piezas de arte.
Los vasitos de postre y yogur, las botellas de plástico o las cajas de té en saquitos son ideales para hacer unas artesanías simples y divertidas. Otros materiales necesarios para trabajar serán cola vinílica, papel de cocina, pinturas de colores (témperas o acrílicos) y marcadores.
La propuesta consiste en revestir los envases elegidos con una capa de papel de cocina y cola vinílica que, al secarse, queda resistente como cerámica y puede pintarse con diseños divertidos.
¡A trabajar!
Primero se corta el papel en trocitos, con las manos. Luego se mezcla en un bol la cola vinílica con un poco de agua, integrándolas bien. Se pincela la superficie del objeto con un poco de cola; se van pegando los trocitos de papel y se los vuelve a cubrir con pegamento, hasta que todo el vasito, la botella o la caja estén cubiertos por papel engomado. Con esta misma técnica se superponen dos o tres capas más de papel y cola. Se deja secar hasta el otro día y ya estarán las piezas listas para ser decoradas.
Un “nuevo” set de cocina
Pintados con acrílicos de colores brillantes o con témperas, los antiguos envases se convertirán en nuevos cacharros decorativos, fuentes, floreros o ensaladeras; las cajas de té, pueden convertirse como por arte de magia en lindísimas cajas para escritorio, en las que se pueden guardar clips, tarjetas, banditas elásticas, etc.
A no descartar nada
Un truco adicional: ¿quedaron en casa vasitos de cumpleaños, o platitos descartables, o incluso adornos que habíamos dejado de usar porque estaban dañados o deslucidos? Con esta sencilla técnica, los chicos pueden ocuparse de crear verdaderas piezas de arte o transformar los viejos adornos en otros completamente nuevos.
La propuesta consiste en revestir los envases elegidos con una capa de papel de cocina y cola vinílica que, al secarse, queda resistente como cerámica y puede pintarse con diseños divertidos.
¡A trabajar!
Primero se corta el papel en trocitos, con las manos. Luego se mezcla en un bol la cola vinílica con un poco de agua, integrándolas bien. Se pincela la superficie del objeto con un poco de cola; se van pegando los trocitos de papel y se los vuelve a cubrir con pegamento, hasta que todo el vasito, la botella o la caja estén cubiertos por papel engomado. Con esta misma técnica se superponen dos o tres capas más de papel y cola. Se deja secar hasta el otro día y ya estarán las piezas listas para ser decoradas.
Un “nuevo” set de cocina
Pintados con acrílicos de colores brillantes o con témperas, los antiguos envases se convertirán en nuevos cacharros decorativos, fuentes, floreros o ensaladeras; las cajas de té, pueden convertirse como por arte de magia en lindísimas cajas para escritorio, en las que se pueden guardar clips, tarjetas, banditas elásticas, etc.
A no descartar nada
Un truco adicional: ¿quedaron en casa vasitos de cumpleaños, o platitos descartables, o incluso adornos que habíamos dejado de usar porque estaban dañados o deslucidos? Con esta sencilla técnica, los chicos pueden ocuparse de crear verdaderas piezas de arte o transformar los viejos adornos en otros completamente nuevos.
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