Además de ser el día del nacimiento de nuestra Patria, y en este año en particular nada menos que el de nuestro Bicentenario, el 25 de mayo es también, y justamente por eso, una excelente ocasión para degustar los sabrosos manjares que nos dieron y nos dan, desde entonces, identidad como país.
Aunque hayan pasado 200 años de aquella fría y lluviosa mañana en que un grupo de patriotas nos declaró independientes, el menú típicamente criollo sigue estructurando nuestros gustos culinarios con tanta presencia y firmeza como en aquel glorioso día. ¡Aprovechémoslo!
Empanadas calientes para todos los valientes
Cuando el 25 de mayo de 1810, los vecinos comenzaron a congregarse frente al Cabildo, tras el anuncio de la formación de una nueva Junta, seguramente no imaginaban que, dos siglos más tarde, seguiríamos degustando las mismas tortas fritas, empanadas, pastelitos y chocolate caliente con que ellos acompañaron la espera ese histórico día.
Y si en aquel entonces eran los vendedores ambulantes quienes promocionaban por las calles con graciosos versitos esos manjares entre la gente, hoy son nuestros hogares, en compañía de familiares y amigos, el lugar ideal para honrar la historia no solo con la mente y el corazón, sino también con el estomago.
Además de los mencionados, la mazamorra y el arroz con leche tenían también un lugar de privilegio en el menú criollo… y cualquiera que los haya probado comprenderá fácilmente porqué.
Así las cosas, más allá de ver los desfiles, cantar el himno y revivir con nuestros hijos el hito que marcó a fuego la historia de nuestro país, el Bicentenario nos ofrece también una cita ideal con la gastronomía criolla y con las muchas y sabrosas variedades que ésta nos ofrece.
¡Pongamos manos a la obra y celebremos con alegría, desde la cocina, el día en que nació nuestra Patria!
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