Somos lo que comemos, reza una vieja frase. Y efectivamente, aquello que comemos nos constituye, y tiene una incidencia directa no solo en lo que somos sino también en el modo en que nos vemos.
Uno de los aspectos en los que nuestra alimentación tiene un efecto determinante es la oxidación, que daña nuestra piel y nos suma años aceleradamente.
Presos de los radicales libres
Tal y como ocurre con las frutas, que luego de ser cortadas se oxidan, nuestro cuerpo y nuestra piel son también víctimas de la oxidación, un fenómeno natural que es impulsado por el dióxido de carbono existente en el ambiente o por los radicales libres.
Estas son moléculas que cuando se acumulan en gran cantidad afectan muchas estructuras biológicas, debido a que comienzan reacciones de oxidación en cadena, que dañan a las células. Si bien los radicales libres no son intrínsecamente malos, y de hecho el cuerpo los fabrica en cantidades moderadas para luchar contra bacterias y virus, es su exceso el que los convierte en peligrosos.
Aquí es donde suben al ring los antioxidantes, que se encargan de regular la cantidad de radicales libres, acabando con las reacciones provocadas por estos, debilitándolos, e inhibiendo excesivas reacciones de oxidación.
La incapacidad de nuestro cuerpo para neutralizar los radicales libres a los que nos exponemos diariamente vuelve fundamentales a ciertos alimentos que reúnen especiales propiedades antioxidantes.
¡Piedra libre para los antioxidantes!
Una alimentación sana, rica en nutrientes con propiedades antioxidantes, es clave para combatir los efectos nocivos de los radicales libres y mantener una piel joven con el paso de los años. Descubrí qué alimentos son fuente de antioxidantes e incorporalos ya mismo a tu plan alimenticio:
Presos de los radicales libres
Tal y como ocurre con las frutas, que luego de ser cortadas se oxidan, nuestro cuerpo y nuestra piel son también víctimas de la oxidación, un fenómeno natural que es impulsado por el dióxido de carbono existente en el ambiente o por los radicales libres.
Estas son moléculas que cuando se acumulan en gran cantidad afectan muchas estructuras biológicas, debido a que comienzan reacciones de oxidación en cadena, que dañan a las células. Si bien los radicales libres no son intrínsecamente malos, y de hecho el cuerpo los fabrica en cantidades moderadas para luchar contra bacterias y virus, es su exceso el que los convierte en peligrosos.
Aquí es donde suben al ring los antioxidantes, que se encargan de regular la cantidad de radicales libres, acabando con las reacciones provocadas por estos, debilitándolos, e inhibiendo excesivas reacciones de oxidación.
La incapacidad de nuestro cuerpo para neutralizar los radicales libres a los que nos exponemos diariamente vuelve fundamentales a ciertos alimentos que reúnen especiales propiedades antioxidantes.
¡Piedra libre para los antioxidantes!
Una alimentación sana, rica en nutrientes con propiedades antioxidantes, es clave para combatir los efectos nocivos de los radicales libres y mantener una piel joven con el paso de los años. Descubrí qué alimentos son fuente de antioxidantes e incorporalos ya mismo a tu plan alimenticio:
- Calabaza, zapallo y zanahoria: son claves para mantener en buen estado nuestra piel y tejidos por su alto contenido de provitamina A.
- Frutas cítricas: ayudan a la absorción del hierro previniendo la anemia y contribuyen a la cicatrización de heridas.
- Té verde: compuesto básicamente por antioxidantes, reduce los efectos propios del envejecimiento.
- Pimientos rojos: la única combinación de vitaminas A, C y E hace que estos pimientos sean un súper alimento para la piel.
- Tomate: aliado de la piel por su alto contenido en licopeno, poderoso antioxidante.
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