dimanche 24 octobre 2010

Los cítricos: cuestión de piel

                                                                              
Cada vez que comemos una naranja, un pomelo o un limón; solemos concentrarnos en el jugo o en la pulpa, y arrojar la cáscara a la basura. ¡Error!. El consumo de las cáscaras de los cítricos (usadas en postres o para aromatizar vinagretas, guisos, carnes asadas, aceites y marinados) no sólo disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. Además, inhibe el colesterol y constituye una gran fuente de sustancias antioxidantes.




Sin embargo, el aporte de nutrientes saludables no es el único factor beneficioso que podemos encontrar en las cáscaras de los cítricos. Veamos otros usos divertidos y prácticos que podemos darles a las cáscaras, antes de seguir generando con ellas basura.




Perfectas aliadas de la belleza


Una aplicación simple y fácil es la de realizar una mascarilla corporal hidratante, ¿cómo?, muy sencillo: mezclá el jugo de un  limón con cascaritas de pomelo y naranja. Luego, agregá una taza pequeña de leche fría, batila y llevá a la heladera por 2 horas. Agitala bien y ya estará lista para usar sobre el rostro.


Para tener en nuestra piel el delicado aroma de cítricos recién cortados, podemos también mezclar en un frasco la cáscara de un limón con una tacita de alcohol, y dejar reposar la mezcla  en un lugar fresco y oscuro durante 8 a 10 días. Luego, colamos la mezcla, añadimos 2 cucharadas de agua y  4 de aceite de ricino. Almacenamos en una botella de vidrio con un corcho de color oscuro y agitamos bien antes de usar.


Si querés tener la suavidad al alcance de tus manos, también podés elaborar un aceite de limón casero dejando macerar la cáscara de un limón en un frasco con aceite de oliva durante 3 días. Luego colamos, y ya podemos comenzar a aplicarlo en nuestras manos.




Sacarle el jugo a la cáscara 


Naturalmente, la alimentación y la belleza no agotan todos los usos posibles de nuestras amigables cáscaras cítricas. Aquí van algunas otras ideas con las que podes sorprender:
  • Cajitas de naranjas: tomá una naranja muy fresca, para que la cáscara sea flexible y fácil de trabajar. Luego cortala al medio (por su ancho), sacá todo el interior de la fruta y volteá cada mitad dejando hacia dentro la parte que antes estaba fuera (la anaranjada). Con los dedos, buscá darle forma procurando obtener un fondo plano y bordes un poco más cerrados. Moldeada ya la caja, dejala en un lugar seco para que se deshidrate y endurezca. En tres días, tendrá una consistencia de cartón, y lo blanco se habrá tornado amarillento. Ahora, a decorarla como más te guste.
  • Velitas de limón: cortá un limón a la mitad (por su ancho) y retirá la fruta de su interior. Colocá un pabilo y sujetalo con un alambre para mantenerlo en forma vertical. Calentá trozos de parafina a baño maría y vertilos sobre las cazuelitas de limón. Dejá enfriar y … ¡ya podes preparar una cena a la luz de las velas!
  • Mate sabor…pomelo: cortá en pedacitos la cáscara seca de un pomelo; mezclala con la yerba que utilizás habitualmente, y serví el mate amargo. Un sabor diferente, para aprovechar las tardes de otoño.
Ya sabes. Cada vez que peles una naranja, un pomelo o un limón, tendrás en tus manos mucho más que jugo y pulpa. Las cáscaras son fuentes de múltiples usos que benefician tu salud, tu belleza y tu hogar. ¡ Aprovechalas! 



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