lundi 19 janvier 2009

Vitamina C: Mitos y verdades


Vitamina C: Mitos y verdades

Considerada durante muchos años la aliada irremplazable de la lucha invernal de cada año contra resfríos y gripes, la vitamina C se ha convertido en el eje de algunas controversias, al demostrarse que, aunque es absolutamente necesaria para el organismo, muchas veces solemos ingerirla en cantidades exageradas.

Eso, si bien no es problema para nuestro cuerpo, que la elimina en forma natural, si representa un costo importante e improductivo de esfuerzo y dinero.

Esto demostraron, al menos, investigadores de la Universidad Nacional Australiana y la Universidad de Helsinki, Finlandia, que se tomaron el trabajo de revisar los principales estudios realizados durante los últimos 65 años sobre efectos de la vitamina C.

Según sus conclusiones, esta tiene pocos o nulos efectos tanto para evitar la aparición de resfríos y catarros como para reducir su frecuencia o duración.

El jugo de una sola naranja proporciona más del 100% del valor diario necesario de vitamina C.

No todas son malas

Sin embargo, no todas son malas para el ácido ascórbico, nombre protocolar de la vitamina C. A pesar de no parecer especialmente efectiva en la lucha contra el resfrío, los científicos confirman que es fundamental para la formación del colágeno.

Es por eso que una adecuada ingesta de vitamina C ayudará a nuestros huesos, dientes y tejidos sean fuertes y sanos, además de colaborar para que las heridas sanen mas rápido, ya que el mismo colágeno actúa como un pegamento natural que mantiene unidas las células de la piel que se forman cuando una herida se cierra.

Por otro lado la vitamina C protege las células del cuerpo contra la oxidación, por lo que es recomendable cuando estas sufren la falta de oxigenación, especialmente por ejercicios físicos intensos.

En otras palabras, la vitamina C es sumamente importante para conservar un buen estado de salud, pero no parece ser tan efectiva en la prevención de gripes y resfríos y, además, podemos tener la dosis necesaria simplemente con una alimentación equilibrada y sin acudir a costosos suplementos vitamínicos.


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