Además de medir la exposición al sol, proteger nuestra piel y evitar los golpes de calor, una de las cosas más importantes que debemos tener en cuenta mientras dura el verano es la hidratación de nuestro cuerpo.
Las altas temperaturas pueden generar una pérdida importante no solo de agua, sino también de sales minerales, especialmente si hacemos actividad física. Por eso, es fundamental tener en cuenta algunos consejos prácticos y simples, que nos garanticen un verano con un adecuado nivel de hidratación:
Tomar entre 2 y 3 litros de liquido por día: recordemos que el líquido no sólo lo encontraremos en el agua, sino también en jugos, infusiones, sopas, bebidas deportivas, leche o alguna gaseosa.
Más frutas y verduras: En cuanto a la alimentación, es muy importante también comer mayor cantidad de frutas y verduras, las cuales nos aportan no sólo un alto porcentaje de vitaminas y minerales sino también agua, sobre todo cuando se consumen en forma de jugos o licuados.
Preferentemente crudas: En lo posible, es conveniente ingerir las verduras crudas, ya que al cocinarlas pierden algunas de sus propiedades y no nos aportan la misma cantidad de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra.
Estas simples pero efectivas reglas, son muy importantes no solo para disfrutar del calor sino también para cuidar al mismo tiempo nuestra piel y nuestro organismo, evitando un envejecimiento precoz de las células.
Prestar atención a nuestra hidratación, por otra parte, no implica de ninguna manera un sacrificio, ya que es posible consumir alimentos saludables y sabrosos teniendo en cuenta, simplemente, que el 70% de nuestro cuerpo es agua y debemos cuidarla!
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